El anticelulítico en cuestión es el aceite de abedul de Weleda. Esta marca es suiza y se fundó en 1921. La filosofía es crear productos y líneas de belleza en armonía con el ser humano y con la naturaleza, es decir, usan materias 100% naturales.
Tienen muchas líneas diferentes, así que os recomiendo que le echéis un ojo a la página web www.weleda.es. Personalmente, encuentro este producto eficaz y delicioso de usar. En un mes y aplicándolo una sola vez (y de mala manera, dándome un rápido masaje), he notado visiblemente una mejoría en mis cartucheras. La piel está más alisada y uniforme, eso es un hecho. Y el olorcito a limón por las mañanas, a mi por lo menos, me sienta de maravilla.
Mi ritual diario es:
1. Terminar la ducha con agua fría en las piernas.
2. Masajearme con un rodillo especial para esa zona.
3. Aplicar el producto con mimo y movimientos circulares, por lo menos 1 minutito.
El precio es de 19,95 euros y yo lo compré en un herbolario. ¡Y ya voy por el segundo bote! Para mí y mis caderas rumbosas es ya un imprescindible.
También os recomiendo la línea que tienen para bebés y niños, en especial la pasta de dientes y la crema facial. ¡Hasta la siguiente seducción!
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Todavía estoy pendiente de comprarlo! Lo haré! Lo necesitaré!!!!!
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